Dar a luz en República Centroafricana, uno de los países del mundo más peligrosos para ser madre

La República Centroafricana se mantiene como uno de los países más peligrosos del mundo para ser madre, en un contexto marcado por la fragilidad extrema de su sistema sanitario. La escasez de centros de salud, personal médico, ambulancias y electricidad convierte el embarazo y el parto en situaciones de alto riesgo. Casos como el de una mujer que perdió a su bebé y estuvo al borde de la muerte tras ser trasladada durante horas entre hospitales ilustran una realidad cotidiana: dar a luz implica recorrer largas distancias por caminos en mal estado y depender de infraestructuras mínimas, muchas veces insuficientes para responder a emergencias.

Una mujer espera en un banco en el área de maternidad del hospital de Bossangoa, el 22 de noviembre de 2025.

Las cifras confirman la gravedad de esta crisis. El país registra alrededor de 829 muertes maternas por cada 100.000 nacimientos, una de las tasas más altas del planeta, además de elevados índices de mortinatos y mortalidad infantil. Aunque se han observado mejoras desde el año 2000, el avance es lento y frágil. A ello se suma un nuevo factor de riesgo: los recortes en la ayuda internacional. Proyecciones recientes advierten que una reducción sostenida del financiamiento sanitario podría disparar aún más la mortalidad materna en los próximos años, revirtiendo décadas de progreso limitado.

Una madre con sus hijos en la aldea de Kpodikalam, donde Unicef acaba de inaugurar una nueva escuela, en noviembre de 2025.

En los hospitales, la precariedad obliga a tomar decisiones extremas. El personal debe realizar triajes constantes por falta de camas, priorizar a las pacientes más graves y, en ocasiones, adelantar altas médicas que aumentan los riesgos posteriores al parto. La ausencia de especialistas, como anestesistas, y la carencia de equipos básicos de monitoreo comprometen tanto las cesáreas como la atención posparto. Enfermedades como la malaria, la falta de controles prenatales adecuados y la imposibilidad de costear estudios médicos agravan todavía más la vulnerabilidad de las mujeres embarazadas, especialmente en zonas rurales.

La matrona Francette Guenegana atiende a una mujer que acaba de dar a luz en la sala de maternidad del hospital de Bossangoa, el 22 de noviembre.

Ante este panorama, las organizaciones humanitarias sostienen gran parte del sistema con medicamentos, ambulancias, clínicas móviles y programas comunitarios. Iniciativas como las maternidades de espera y la capacitación de matronas tradicionales han demostrado reducir muertes, al acercar la atención médica a las mujeres antes de que surjan complicaciones graves. Sin embargo, estas soluciones siguen siendo parches frente a un problema estructural: sin una inversión sostenida del Estado y de la cooperación internacional, la maternidad en República Centroafricana continuará siendo una experiencia marcada por el riesgo, la desigualdad y la supervivencia.

Referencia:

De Barrón, C. (2025, December 22). La Global Sumud Flotilla anuncia un nuevo viaje a Gaza con 100 barcos y más de 3.000 participantes. El País. https://elpais.com/internacional/2025-12-22/la-flotilla-global-sumud-anuncia-un-nuevo-viaje-a-gaza-con-100-barcos-y-mas-de-3000-participantes.html